Palabras y más palabras. Se esconden en sí mismas dándose sentido. Encerrando pasados, vidas y futuros muertos. ¿Cómo borrar lo que deseaba cuando quedaban deseos? Borrar la espesura y el ardor.
Tomé un puñado de palabras, de un vaso que yo misma había inventado para que me leyera la suerte, pero ninguna de sus letras fue capaz de prever que volveríamos a encontrarnos. Debí sospecharlo porque en lo profundo no soy más que fuego y ceniza. Una parte de mi misma ardió esa noche hasta perderse pero quedó el resto, esperando la intensidad que tiene que llegar.
Sigo en nada.
28 de junio de 2012
27 de junio de 2012
Antiquísima objetividá
Hay cosas que penden
promesas nunca hechas
perdidas y ganadas.
Hay cosas que existen
una especie de certeza
del somos.
Hay esperas
y entonces,
hay miedos.
Somos dueños de lo posible
pero cobardes
o indecisos
o idiotas
o ingenuos.
Fuimos todo
nos quemamos
nos perdimos
todo y nada
fuimos.
promesas nunca hechas
perdidas y ganadas.
Hay cosas que existen
una especie de certeza
del somos.
Hay esperas
y entonces,
hay miedos.
Somos dueños de lo posible
pero cobardes
o indecisos
o idiotas
o ingenuos.
Fuimos todo
nos quemamos
nos perdimos
todo y nada
fuimos.
meses
Cuando me siento sola me quedo mirando la pared. Me regocijo en la infinitud de mi propia ausencia ¿o será en la totalidad de mi presencia? Sólo estoy yo con o contra el mundo. Sola profundamente. Sola bien y sola mal, sola independencia y sola añoranza. Recorro las calles llenas de nombres que parecen familiares pero que no reconozco, como si la mera forma del nombre no alcanzara a aclarar a la persona.
Símbolos de gente que alguna vez fue gente.
En momentos soy ojos y nada más que ojos o, mejor dicho visión. No tengo control de lo que mi cuerpo hace, soy una máquina de la realidad y, sin embargo, soy una idea. Una pobre e impotente idea. Me re-creo en las expectativas e historias que los demás tienen de mí. Y transitan mi lengua cuentos que existen para la máquina, cuentos superficiales que no son mentiras pero tampoco son verdad.
Ando como fantasma por el mundo, un fantasma que se deshace en sus propias ganas de existir. Ganas ganas ganas. Hundirse en la nada. Transformarse en aire, en nota, en bandoneón y quizás ser desempolvado para una fiesta que no volverá a ser.
Símbolos de gente que alguna vez fue gente.
En momentos soy ojos y nada más que ojos o, mejor dicho visión. No tengo control de lo que mi cuerpo hace, soy una máquina de la realidad y, sin embargo, soy una idea. Una pobre e impotente idea. Me re-creo en las expectativas e historias que los demás tienen de mí. Y transitan mi lengua cuentos que existen para la máquina, cuentos superficiales que no son mentiras pero tampoco son verdad.
Ando como fantasma por el mundo, un fantasma que se deshace en sus propias ganas de existir. Ganas ganas ganas. Hundirse en la nada. Transformarse en aire, en nota, en bandoneón y quizás ser desempolvado para una fiesta que no volverá a ser.
24 de junio de 2012
no disolverse
La curiosidad me siguió durante todo el camino y mis manos estaban frías y mi aliento era mezcla de noche y cigarrillo pero las cosas pasan y cuando me detuve a pensar ya estaba a la deriva.
17 de junio de 2012
Me canso. Como si fuera un río que lleva todas las vidas corriendo sin detenerse y sin preguntarse nunca a dónde va o porqué le tocó el curso por el que anda.
Estoy en un constante vaciarse, perderse y rodar. No el rodar de fito, no positivo, no posibilidad de contrucción. Rodar de no tener nada, no tener lazos, no tener profundidad. Ser mera corriente, ser pasajera en todos los sentidos, en huida constante y forzada en el viaje.
Ya no queda nada por decir, las palabras también desaparecen mientras voy a la repetición del azar.
Estoy en un constante vaciarse, perderse y rodar. No el rodar de fito, no positivo, no posibilidad de contrucción. Rodar de no tener nada, no tener lazos, no tener profundidad. Ser mera corriente, ser pasajera en todos los sentidos, en huida constante y forzada en el viaje.
Ya no queda nada por decir, las palabras también desaparecen mientras voy a la repetición del azar.
12 de junio de 2012
Que el amor te raptó.
Te agarró en una esquina con su mano fría de lluvia y no pudiste...no quisiste soltarte. Tenías el cigarro en la boca y lo perdiste sin sentir nada. El humo se hizo aliento y te abrazaste a esos ojos que nunca habías visto antes. ¿Cómo no los habías visto antes? Corriste con toda la fuerza que creías perdida, con la sonrisa que habías olvidado en el colegio, corriste y corriste tomado del sueño para no perderlo. Tantas calles se llenaron de sentido y no sabías a donde ibas y no importaba y todos estaban equivocados porque si eras capaz de creer y eras feliz.
Cuentan que te vieron pasar, abrigo café y ojos cerrados. Cuentan que reías como niño. Cuentan miles de historias...del amor y de ti.
11 de junio de 2012
Llegó y se fue el día que cambiaba el mundo.
Fueron horas de todo pero en lo más profundo un nuevo sabor amargo, el sabor de la derrota "la tantas veces negada derrota".
Había dos flancos en la batalla, y me encaminé con la mente fuerte y todas las armas posibles pero no estaba preparada para el primer golpe. El reconocimiento absoluto de su piel y el deseo de rendirme, aceptarme débil y rogar como perro callejero por lo que alguna vez estuvo, la necesidad imperante de tragarme cada una de mis palabras de autocontrol y poder y simplemente rogar por compasión.
No lo hice pero el deseo no quiere soltarme, trae a colación todo lo bueno y deja casualmente silente cada cosa mala que derivó de nuestro pasado. Y sólo pienso en lo que aún podríamos ser pese al tiempo y al dolor.
Control de daños: Mitad del armamento perdido. Derrota absoluta en el primer flanco.
La segunda batalla casi no vale la pena narrarla, fue un desastre. Tenía un objetivo y lo cumplí en medio de la tierra, olvidados en un rincón semi oscuro, quien sabe si alguien nos vio caer o peor si alguien nos vio subir pero no importaba nada estábamos ahí después de muchos juegos no quería pensar más ni sentir más y el humo inundaba suficiente mis pulmones y cabeza para querer detener el ataque inminente. Terminé con heridas de batalla y en ese momento de debilidad busqué no sé reassurance pero nunca estuvo. Di vuelta la mirada y ya no quedaba nada de guerra ni de amor.
Y en medio de esa segunda derrota, me supe mala también, como si la carga anterior no se hiciera pesada con todo el caminar que quedaba.
Pasaron las horas y pude dormir y después no pude detenerme.
Fueron horas de todo pero en lo más profundo un nuevo sabor amargo, el sabor de la derrota "la tantas veces negada derrota".
Había dos flancos en la batalla, y me encaminé con la mente fuerte y todas las armas posibles pero no estaba preparada para el primer golpe. El reconocimiento absoluto de su piel y el deseo de rendirme, aceptarme débil y rogar como perro callejero por lo que alguna vez estuvo, la necesidad imperante de tragarme cada una de mis palabras de autocontrol y poder y simplemente rogar por compasión.
No lo hice pero el deseo no quiere soltarme, trae a colación todo lo bueno y deja casualmente silente cada cosa mala que derivó de nuestro pasado. Y sólo pienso en lo que aún podríamos ser pese al tiempo y al dolor.
Control de daños: Mitad del armamento perdido. Derrota absoluta en el primer flanco.
La segunda batalla casi no vale la pena narrarla, fue un desastre. Tenía un objetivo y lo cumplí en medio de la tierra, olvidados en un rincón semi oscuro, quien sabe si alguien nos vio caer o peor si alguien nos vio subir pero no importaba nada estábamos ahí después de muchos juegos no quería pensar más ni sentir más y el humo inundaba suficiente mis pulmones y cabeza para querer detener el ataque inminente. Terminé con heridas de batalla y en ese momento de debilidad busqué no sé reassurance pero nunca estuvo. Di vuelta la mirada y ya no quedaba nada de guerra ni de amor.
Y en medio de esa segunda derrota, me supe mala también, como si la carga anterior no se hiciera pesada con todo el caminar que quedaba.
Pasaron las horas y pude dormir y después no pude detenerme.
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