Hay una tensión, una chispa, un "ya no podemos volver atrás" y de pronto eres tangible y tienes fallas y llega la hora de odiarse y gritar y escapas y escapo pero quiero volver, perdonar porque tu cuerpo es tibio e invitante y mi piel parece papel de lija sin tu roce.
No sé si esperar o si matarte (mentalmente)
No sé si soy capaz de esa muerte.
No sé que escribo.
Quizás nada, quizás nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario