26 de abril de 2016

g2

Desconozco las profundidades de mi propio dolor porque aún no te amo. A pesar de mí misma eres un extraño, un extranjero en este desierto que florece a tu paso, un ave errante cruzando el océano.

Tu piel tiene la forma de mi tierra y, aunque infinita, pequeña y más pequeña cuando te alejas de mí. Exagero. Voy botando palabras como rabia, como pena, como dagas. Extraño el bálsamo de tu golpe en mi puerta, extraño tu cariño que se abre paso entre mis miedos, te extraño con todo y ausencias.

Aparece. 

Te invoco hasta morir en la hoguera,
el último mantra a pronunciar y la esperanza de hacerlo arder todo hasta encontrarte.

No hay comentarios: