5 de octubre de 2013

Cndn

Se acabó la compasión.

La carga sigue quedándose en ti pero esta vez no podrás librarte, no tienes elección más que perseguirme por el mundo, recorrer todos los caminos que una vez me vieron pasar.

Me perdiste un día azaroso y te perdiste conmigo. ¿Olvidas nuestro pacto nocturno? Tu corazón reconoció al mío y se enraizaron sin vuelta atrás. Aunque tu cuerpo siga por las calles y tu piel no deje de ser sal, aunque mi olor abandone cada uno de tus átomos, aunque las estrellas sigan cantándote, ya nada volverá a ser perfecto. Tomé esa noche todo lo puro que quedaba de tu amor.

Seguirás tu camino creyéndote a salvo pero todo intento de creación será inútil, sólo podrás repetir y repetir tu historia hasta el cansancio. El mismo beso sin sentido, un universo de matices desaparecido, como si quedaras ciego, noche tras noche la misma nostalgia.

Tarde.

Cuando vuelvas, guiado por un instinto inexplicable, las flores ya estarán marchitas. En el aire reconocerás que la búsqueda llegó a su fin y no sabrás qué hacer en medio de las ruinas. Como la muerte estaré a tu lado para recordarte cada día lo que había cruzando el río. Vagarás por las calles, condenado. Todas las manos estarán muertas, todos los puentes estáticos, todas las noches frías.

Te perdiste de mí, tomaste la manzana, cruzaste la puerta sintiéndote inmortal. Pensarás que la cobarde fui yo y te sentirás santificado pero en tu piel seguirá mi huella, tu sangre para siempre en sincronía con la mía. Inescapable. 

No hay comentarios: