Tengo esa pena incausada hoy, no incausada pero que no fue detonada por un suceso particular presente. Tengo esa pena de domingo cuando se pone el sol y choca sólo contra edificios. Esa pena que se atrapa en mi garganta, ni llanto ni respiro. Es como un frío justo bajo la piel más la incapacidad de abrigo necesario.
Resulta que tengo pena por mi individualidad, por mi sentirme sola y por mi no avanzar. No aprendo cosas nuevas ni salgo de mis círculos viciosos estancados para al menos poder decir que tengo una vida. Pero tampoco tengo compañía para decir no me muevo porque estoy bien así, porque si duermo en el sofá nadie me cubre ni hay besos en mi hombro al despertar.
Tengo pena y está bien tener pena.
1 comentario:
mmm el saber y no hacer... no creo que este bien tener pena u.u
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