Un Sol - Alfonsina Storni
Mi corazón es como un dios sin lengua,
mudo se está a la espera del milagro,
he amado mucho, todo amor fue magro,
que todo amor lo conocí con mengua.
He amado hasta llorar, hasta morirme,
amé hasta odiar, amé hasta la locura,
pero yo espero algún amor-natura
capaz de renovarme y redimirme.
Amor que fructifique mi desierto
y me haga brotar ramas sensitivas,
soy una selva de raíces vivas,
sólo el follaje suele estarse muerto.
¿En dónde está quien mi deseo alienta?
¿Me empobreció a sus ojos el ramaje?
Vulgar estorbo, pálido follaje
distinto al tronco fiel que lo alimenta.
¿En dónde está el espíritu sombrío
de cuya opacidad brote la llama?
Ah, si mis mundos con su amor inflama
yo seré incontenible como un río.
¿En dónde está el que con su amor me envuelva?
Ha de traer su gran verdad sabida...
Hielo y más hielo recogí en la vida:
Yo necesito un sol que me disuelva.
18 de julio de 2010
12 de julio de 2010
Ñe
La memoria decae, quizá sea culpa de la indiferencia o de la inapetencia.
A veces pienso retirarme a una caverna, volver a la oscuridad y olvidar todo lo conocido. La luz del fuego y los demás iluminados. Pienso volver a ser el hombre más amarrado y más oscuro que se pueda. El animal más escondido en las tinieblas y olvidar. Ojalá olvidarlo todo. Todas las interacciones para volver al vientre de barro y de hojas.
O tal vez, no.
A veces pienso retirarme a una caverna, volver a la oscuridad y olvidar todo lo conocido. La luz del fuego y los demás iluminados. Pienso volver a ser el hombre más amarrado y más oscuro que se pueda. El animal más escondido en las tinieblas y olvidar. Ojalá olvidarlo todo. Todas las interacciones para volver al vientre de barro y de hojas.
O tal vez, no.
Gracias cine
La imagen se movía serpenteando en mi retina. Los laberintos de cristal se llenaron de formas y viajaron repitiéndose en mil cosas hasta que nunca pudiera olvidarla.
La materialidad de la memoria no parecía capaz de hacerte justicia, no como un solo recuerdo. Porque eras todo pequeño, eras todos los recuerdos. Un mosaico de sombreros, medias y tintas.
La materialidad de la memoria no parecía capaz de hacerte justicia, no como un solo recuerdo. Porque eras todo pequeño, eras todos los recuerdos. Un mosaico de sombreros, medias y tintas.
Turururururururuturururururururu
She's like a rainbow dijo Mick mientras íbamos por la calle en la mañana, no sabía si lo decía por mi porque no me besó pero quizás si.
Como un rainbow le dije y respondió como si yo no lo hubiera sabido viene en colores en el aire.
Iba tan loca, tan fuera y dentro de mi que las calles se hicieron eternas y caminamos paso a paso como hermanos como piernas y brazos. Caminamos por horas riendo y disfrutando el día perfecto.
El mundo alrededor no era como un rainbow, era como un rayo o relámpago o cáspitas no entiendo. Enfin. La gente corría y yo iba tan lento con cine en mi cabeza sacando fotografías para mis propias exposiciones mentales. ¡Qué lindo era todo! Mi batimóvil y yo con Mick querido y sus caderas. Pero me dije porqué no vamos a una clase.
Mick y sus caderas y su boca y sus manos y su voz desaparecieron sin más, pero el batimóvil y su música de fondo me siguieron los pasos y los tres nos dirigimos a la Escuela. Se subieron todos mis amigos pero estaban off y así fueron gomeros que me hacían reir por un rato...
Seguiría así hasta siempre. Loca
Como un rainbow le dije y respondió como si yo no lo hubiera sabido viene en colores en el aire.
Iba tan loca, tan fuera y dentro de mi que las calles se hicieron eternas y caminamos paso a paso como hermanos como piernas y brazos. Caminamos por horas riendo y disfrutando el día perfecto.
El mundo alrededor no era como un rainbow, era como un rayo o relámpago o cáspitas no entiendo. Enfin. La gente corría y yo iba tan lento con cine en mi cabeza sacando fotografías para mis propias exposiciones mentales. ¡Qué lindo era todo! Mi batimóvil y yo con Mick querido y sus caderas. Pero me dije porqué no vamos a una clase.
Mick y sus caderas y su boca y sus manos y su voz desaparecieron sin más, pero el batimóvil y su música de fondo me siguieron los pasos y los tres nos dirigimos a la Escuela. Se subieron todos mis amigos pero estaban off y así fueron gomeros que me hacían reir por un rato...
Seguiría así hasta siempre. Loca

Ja: 1-2-3

No me tocas, no me toques. Mejor así. Saber desde el principio que no existes, que mis sentidos me engañaron y lo lógico es creer que no estás. Parece que mi racionalidad juega juegos conmigo, con mis acciones y mis manos.
Qué tanto puedes intentarlo, qué tanto puedo manejar las situaciones para que todo parezca perfecto. A final de cuentas creo que nada, seguimos mirándonos las narices sin avanzar y sin vernos. Construyendo estatuas de arena capaces de enamorarnos, con sabor a mar salado en la boca.
No me malentiendas, eres grande pequeño pero no hay un puente que logre atravesar este espacio. Una pared casi invisible, casi llena de aire, casi podemos tocarnos y luego...no.
3 de julio de 2010
Locura: Paso III
Los párpados de acero se cerraban, se ahogaban en humos y caían muertos. Ella estaba loca tan loca y no sabía lo que hacía sólo hacía lo que podía para ser lo que quería ser pero no era, pero no, era, no, pero, era, no era: fin.
El ardor en la garganta simbolizaba quemarse y endurecerse un castigo hasta que aprendiera la lección y dejara de hablar cuando pedido. Nunca hasta hace un tiempo imaginó que estaría donde está
El ardor en la garganta simbolizaba quemarse y endurecerse un castigo hasta que aprendiera la lección y dejara de hablar cuando pedido. Nunca hasta hace un tiempo imaginó que estaría donde está

Locura: Paso II
Tantos años pasó esperando una propuesta nueva, un sentimiento que no terminara, un no cometer errores y seguir por la senda que, se unió al dolor, raíces incluídas.
El suave bálsamo parecía curarle las penas, cerrar sus ojos con paz y seda. Y aunque el dolor permanecía, se quedaba dormido en su regazo mientras todo perdía importancia.
La caricia comprensiva del látigo dorado calmaba sus ansias, la anestesiaba y la guiaba al mundo de mentirse.
La música la abrazaba como una marioneta bien dispuesta y su cuerpo se mecía sin ver final.
El suave bálsamo parecía curarle las penas, cerrar sus ojos con paz y seda. Y aunque el dolor permanecía, se quedaba dormido en su regazo mientras todo perdía importancia.
La caricia comprensiva del látigo dorado calmaba sus ansias, la anestesiaba y la guiaba al mundo de mentirse.
La música la abrazaba como una marioneta bien dispuesta y su cuerpo se mecía sin ver final.

Locura: Paso I
La violencia la tomó por la cintura y de sorpresa. La amargó a mordidas y rasguños, a gemidos ahogados y a ecos.
Tenía que olvidar, era el momento de soltar amarras y romper con lo aceptable. Perderse en lo oscuro, tomar lágrimas y no llorarlas más. Llevar la vida de pordiosero y vendedor de inciensos que le correspondía.
Recordar está sobre-estimado, mejor olvidar y vivir cada día nuevo. Cuando duele, olvidar. Cuando bese, olvidar y así.
Los límites vitales se difuminaban, así se disfruta más pensó en el balcón del nuevo comienzo. ¿Cuántas veces se puede cambiar? ¿Cuántas esconderse en las sombras? La diferencia entre cambiar y esconderse hoy no tenía sentido como si fuera casualidad que coexistieran sus estados.
En realidad estaba triste pero no lo pasaba mal. Sólo dolía cuando no alcanzaba a olvidar. Cuando recordaba días que prefería no.
¡Que se me acabe el amor! Que se acaben las esperas y los te quiero que la hacían sentir más tonta y derrotada.
La asesina de amores no podía matar a la pena que la tenía perdida. Horas sentada frente al humo, cuidando que este no escapara de sus huesos ni de su piel.
Sólo el amor redime al hombre dicen, pero la pena no es capaz de escapar a los oscuros procesos. La pena que copa todos los espacios y todas las vivencias no es capaz de morir por amores ajenos.
Y entonces, de la misma manera que ella no pudo curarlo en su minuto, él no puede salvarla del infinito.
Tenía que olvidar, era el momento de soltar amarras y romper con lo aceptable. Perderse en lo oscuro, tomar lágrimas y no llorarlas más. Llevar la vida de pordiosero y vendedor de inciensos que le correspondía.
Recordar está sobre-estimado, mejor olvidar y vivir cada día nuevo. Cuando duele, olvidar. Cuando bese, olvidar y así.
Los límites vitales se difuminaban, así se disfruta más pensó en el balcón del nuevo comienzo. ¿Cuántas veces se puede cambiar? ¿Cuántas esconderse en las sombras? La diferencia entre cambiar y esconderse hoy no tenía sentido como si fuera casualidad que coexistieran sus estados.
En realidad estaba triste pero no lo pasaba mal. Sólo dolía cuando no alcanzaba a olvidar. Cuando recordaba días que prefería no.
¡Que se me acabe el amor! Que se acaben las esperas y los te quiero que la hacían sentir más tonta y derrotada.
La asesina de amores no podía matar a la pena que la tenía perdida. Horas sentada frente al humo, cuidando que este no escapara de sus huesos ni de su piel.
Sólo el amor redime al hombre dicen, pero la pena no es capaz de escapar a los oscuros procesos. La pena que copa todos los espacios y todas las vivencias no es capaz de morir por amores ajenos.
Y entonces, de la misma manera que ella no pudo curarlo en su minuto, él no puede salvarla del infinito.

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