Miro la ropa tirada en mi habitación, los besos desparramados, los divorcios por venir y las horas perdidas vagabundeando sin saber por ni para que. Me asqueo un poco de mí misma, del mundo atropellador y egoísta en el que me muevo y lo único que quiero es salir a flote, respirar un poco, a conciencia.
Quiero escaparme de las cosas, de las personas cosificadas que quiero y así en feliz abstracción entenderlo todo, al menos buscar entender algo. Inmadurez o lo contrario, más y más convenciones vacuas. Necesito llenarme de vida, una y mil veces más, para seguir con esto, quiero la libertad absoluta, la paz y el silencio perfecto de las noches en soledad. Quererme y quererlo todo por semanas, hasta que un día esté lista para volver.

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