Ella tenía ganas de ver a Raúl, tenía ganas de entender muchas cosas con él, sentía que ese hombre era el indicado para enseñarle mucho pero él era difícil. Osea se veían cada cierto tiempo y la atracción mutua más el alcohol superaba cualquier pretexto, aún así él no estaba a su alcance real...él estaba casado y sabía que quizás siempre lo estaría, sabía que lo de ellos era sólo algo físico y en minutos, le dolía saberlo. Se quejaba con el espejo y confesaba estar enamorándose... hasta que un día Raúl, el frío e intocable Raúl le dijo lo que llevaba tantos meses esperando "quería que estuvieras tú", entonces el hechizo se rompió y Raúl dejó de ser un superhombre, dejó de ser tan atractivo y admirable y tierno y bello y seductor. El día que Raúl el intocable admitió por un segundo que la había extrañado perdió la batalla contra la rutina y la conquista.
Ella perdió el interés y c'est fini.
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