
Marcaste sin saberlo todas mis semanas, toda mi música y mis búsquedas vitales. Me domesticaste y ahora te espero frente a los campos de trigo que brillan bajo el sol.
Mientras espero te busco en los ojos de los demás, no quiero desesperar, no quiero obligarme a nada. Sólo a esperarte. Ojalá dormir hasta despertar con tu beso aunque pasen cien años.
No quiero darle más vueltas a este asunto, sé que si sigo voy a terminar loca como suele pasar y tienes que ser tú. Tienes que ser tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario